viernes, 1 de julio de 2011

ESTILOS DE LIDERAZGO

Aunque no existe una manera “correcta” de dirigir, es posible identificar los estilos más comunes de dirección y cómo afecta la forma en que funcionan los grupos bajo distintas circunstancias.

La mayoría de los líderes tienden a ser ya sea con orientación hacia el deber (autoritario) o con orientación hacia la gente (democráticos).  

El líder orientado hacia el deber ejerce de una manera más directa el control sobre la agrupación. Los líderes de la visión determina la presentación del tema. Realizarán el análisis del procedimiento y manifestarán de qué manera procederá el grupo para llegar a una decisión. Es probable que reseñen las tareas específicas para cada miembro del equipo y que sugieran los papeles que quieren que ellos representen.  

El líder democrático o con orientación hacia las personas puede proponer matrices del tema, sugerir el procedimiento y ofrecer tareas y cargos para los individuos. Pero en cada faceta del debate, el líder con orientación hacia la gente promueve la participación del grupo para determinar lo que en efecto se llevará a cabo. Todos se siente con la libertad de ofrecer sugerencias para modificar las propuestas del líder. Lo que el grupo realice con el tiempo se determinará por él mismo. Estos líderes tienden a escuchar, estimular, facilitar, aclarar y apoyar. En el análisis final, sin embargo, es el grupo el que decide.
Cada estilo posee ventajas y desventajas:
  1.  Se realiza más trabajo bajo el mando de un líder orientado hacia la misión que un líder que se encauce hacia la gente.
  2.   La motivación y la originalidad son mayores bajo el mando de un líder orientado hacia las personas
  3.   Un liderazgo orientado hacia la misión puede crear descontento entre la gente y tener como consecuencia una menor creatividad individual.
  4. Se demuestra más cordialidad en los grupos con orientación hacía las personas.
  5. La menor cantidad de trabajo se realiza cuando no existe ningún tipo de liderazgo.
  6.  

Liderazgo de Situación


Así que, ¿qué estilo debe preferirse? La investigación de Fred Fiedler (1967) sugiere que el que un estilo de Liderazgo particular sea exitoso depende de la situación:

1.       ¿Qué tan buena son las relaciones interpersonales del líder con el grupo?;

2.       ¿Qué tan claramente se definen los deberes y objetivos del grupo?, y

3.       ¿Hasta qué grado acepta el grupo que el líder tiene una autoridad genuina para dirigir?.


Algunas situaciones serán favorables para el líder en todas las dimensiones: cuando éste tiene buenas relaciones interpersonales con la agrupación, la meta está clara y el grupo acepta la autoridad del líder.

Algunas situaciones no serán favorable para el líder en todas las dimensiones: cuando éste tiene malas relaciones interpersonales con el grupo, el objetivo no es claro y cuando el grupo deje de aceptar la autoridad del líder. Entonces, por supuesto, existen situaciones que son en partes favorables y en parte no para el líder en las diferentes dimensiones, así que, no se trata de qué estilo es siempre mejor; es una cuestión de qué clase de circunstancias están presente.

Fiedler propone que los líderes de la misión son más eficaces en situaciones favorables o extremadamente desfavorables. En situaciones positivas, donde el líder tiene buenas relaciones interpersonales un objetivo y la aceptación del grupo, el líder puede enfocarse por completo en la misión. En situaciones muy negativas, existen muy pocas cosas que el líder puede hacer para mejorar las percepciones de los miembros, por lo que puede dedicar todo su tiempo a la labor. Por lo que es probable que el liderazgo orientado hacia las personas sea más eficaz en esas situaciones moderadamente buenas, o malas, en las que el líder tiene más que ganar al mejorar las relaciones interpersonales, al aclarar el objetivo y al desarrollar credibilidad con el grupo.

¿Es probable que los líderes sean igual de expertos en los estilos orientados hacia la misión y hacia las personas? aunque es posible, mucha gente demuestra más habilidad en uno, o en el otro estilo. Así pues, en muchos grupos, aun en aquellos con líder designado, se necesita más de una persona para satisfacer todos los cargos de Liderazgo dentro de la agrupación.

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